miércoles, septiembre 27, 2006
Los olvidos de Vicente Pérez Rosales
Las obras de Vicente Pérez Rosales [ 1807-1886 ], presentan una evidente contradicción con la verdad histórica, si revisamos su “ Ensayo sobre Chile ” publicado en francés en 1859, y que era una publicación de propaganda para traer colonos europeos al país decía que “un poco menos de la cuarta parte del territorio de Valdivia está bajo el dominio de los indios civilizados, a quien se acostumbra a llamar todavía araucanos, aunque los verdaderos no existen ya ”. Agrega además que las “ tribus huilliches y moluches, que poblaban el territorio agregado a Valdivia, estaban ya tan asimiladas a las razas europeas que formaban una parte integrante de la población civilizada”. Esta negación de la población Mapuche-Huilliche, respondía a la actitud tan característica de las autoridades del estado chileno de la época de no reconociendo ni su identidad, ni los títulos de este grupo indígena, al ir avanzando la colonización alemana se producirían serios conflictos que se agudizaron desde 1880 con los 24 mil habitantes de este pueblo que ocupaban la provincia de Llanquihue, Osorno y Valdivia. El racismo de Rosales se expresa en la expresiones que hace sobre este pueblo “su fuerza había desaparecido y su sumisión a las autoridades descendía a veces hasta la bajeza”. Pero la resistencia y los manifiestos de protesta de sus lideres serían la mejor respuesta a estas afirmaciones.
Otra aseveración que no resiste comentario, es lo relacionado a que todos los terrenos baldíos o fiscales habían reconocido dueños al comenzar esta colonización germana. “Los propietarios de aquellos terrenos incultos –dice Pérez Rosales en sus ´´Recuerdos del pasado´´- que nada les producían y que ni siquiera habían visitado por impedírselo la enmarañada y sombría selva que los sustraía hasta de la luz del sol, creyeron tener en cada propiedad un tesoro de forzosa adquisión para el gobierno o para el recién llegado”. La verdad es que a mediados del siglo XIX no se habían presentado en la región a colonizar ningún pleito sobre este asunto, a excepción del interpuesto hacía varios años por el fisco contra Kindermann y Renous. Tampoco los terrenos que se vendían se ofrecían a un precio desmesuradamente alto como lo comprueba el historiador Gabriel Guarda.
Igualmente Rosales, dejó un espacio destacado en sus Recuerdos a su amigo el coronel Benjamín Viel llegando a decir que no titubeó en ceder la propiedad de la Isla Teja “que proporcionaba a él i a sus hijos el goce de una modesta pero segura subsitencia; i con este acto de generoso desprendimiento , salvó la situación”, claro “ la falta de terrenos ” que no veía por ningún lado este personaje para los colonos alemanes. Sin embargo, estas elogiosas palabras están lejos de ser reales, este coronel jamás fue dueño de la mencionada isla que era propiedad municipal.
Por otro lado Vicente Pérez Rosales era un mal dibujante. Muchos dibujos y pinturas que se le atribuían pertenecían al pintor alemán Carl Alexander Simón, su nombre aparecía borrado intencionalmente de sus trabajos, y en su lugar estaba la del famoso agente colonizador, que es atribución a la acción de terceros.
Finalmente son destacables los méritos del personaje y el valor de su obra como testimonio documental de un tiempo y su discurso. Pero objetivamente debemos decir que es una buena literatura, inspirada en hecho reales y nada más.
Fuentes:
Vergara, Jorge Iván, “ La ocupación de las tierras huilliches y la violencia sobre el indígena [ 1880-1930], Revista Nutram , 1992, pp.29-31.
Guarda, Gabriel, Historia de Valdivia, ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago, Chile, 2001, pp. 548-554
Pérez Rosales, Vicente, Recuerdos del pasado, imprenta Gutenberg, Santiago, Chile,1943.