miércoles, abril 17, 2013

J.M. Coetzee en Chile: ni tan lejos, ni tan cerca

En una tarde calida y luminosa en Santiago llegue después de una ardua búsqueda hasta el auditórium del campus Lo Contador de la Universidad Catolica de Chile. Pasada las 18 horas apareció el escritor sudafricano J.M. Coetzee, Premio Nobel de Literatura, para subir al estrado ante unos 500 espectadores que participaban en este evento en marcado en  el Ciclo “La Ciudad y Las Palabras” organizado por el doctorado de arquitectura de esta casa de estudio.
Con cierto aire de misterio, con una leve sonrisa, este hombre delgado, con una prominentes canas,  de traje oscuro y corbata roja miro al publico asistente formado por admiradores delirantes, aficionados de las letras, universitarios y profesionales afines a las letras para empezar a leer dos catipulos de su nueva novela “ the childhood of Jesus” obra ambientada en un pueblo costero Novilla que es parecido a un estado, donde llegan Simon y David un niño de seis años.

  Coetzee, de 73 años de edad, recibió el premio Nobel de literatura en 2003. Entre sus obras destacan "Vida y época de Michael K", "Esperando a los bárbaros", "La edad de hierro", "Desgracia" y "Elizabeth Costello". Su obra con cierto simbolismo y que juega con la metáfora respira con su sello identitario en contra de la opresión.
Leyendo con un estilo claro, pausado en su ideoma madre el ingles, mientras el auditorio seguía una copia traducida del texto, dio al evento un claro sentido formal, con una lejanía, ya que no hubo espacio para preguntas después de la lectura, pero el gusto de escuchar a una de las voces que guian los senderos actuales de las letras en el mundo.
Al final firmo sus libros a una larga fila de seguidores cerca de 70 personas, con claridad trazo su firma en la pagina de cada libro y entrego una palabra a los devotos de sus palabras para seguir en su mundo aquel territorio que sabe ocultar a la multitud.
Los dejo finalmente con un video del evento:



The Cure en Chile: más allá de la nostalgia

  

Caminaba por av Grecia en Santiago cerca de las 20: 30 horas del domingo 14 de abril del 2013 en una noche templada siguiendo a la multitud que iba rumbo al estadio nacional al concierto de The Cure. En la entrada a este recinto deportivo los vendedores ambulantes ofrecían toda clase de souvenir relacionadas con la banda; poleras, chapitas, poster  en una especie de feria donde la voz de los vendedores se mesclaba con las expectativas del público que llegaban al recinto.
La entrada fue expedita al lugar, cruce hacia la galería muy cerca de la cancha, una posición comoda, donde tenía una vista de frente al escenario , el cual se veía en parte, más pantallas gigantes que complementaban la perspectiva del espacio.

Empieza el  concierto
 A las 21: 09 horas  entro la banda en pleno partiendo con “ Open”.  Quedo claro a los pocos minutos que estábamos ante un vocalista Robert Smith con una calidad vocal plena y una banda musical de una gran calidad que esta al de Smith , como figura  que de por si llena el escenario con su carisma y estilo, no olvidando sus convicciones musicales, donde cada letra que apunta a la melancolía, soledad, distancia, nostalgia y esperanza que se abre paso entre las sombras.
A forest , un toque de inmortalidad
Cuando resuena “ A forest” de su segundo álbum de 1980 llamado “ Seventeen Second” , queda claro que estamos en un momento inolvidable del concierto. El cielo estrellado se abre en el impulso de la batería que deja que el bajista Simon Gallup marca los acordes para que Robert Smith deje con su hipnótica voz perderse en el ritmo afilado de la guitarra de ese monumento a la búsqueda sin destino, al romántico espíritu que sigue su destino sin saber a donde ir quedándose con la atmosfera como una plegaria de aquello que se tiene como saber.

Los mismos de siempre
El publico estaba conformado en su mayoría por gente de 35 años hacia arriba. Parejas, profesionales venidos de todos los rincones del país dejando toda su rutina para esta pausa, no para ratificar convicciones, ni quedarse en la nostalgia, simplemente encontrarse con uno, con su banda sonora con tema como Push, In between days y Just like heaven.

Al cierre el último aliento en la multitud
 Al cierre paso a la cancha, allí se respira un ánimo de paz en la multitud. Después de 3 horas y media termina el concierto, pasada la medianoche camino esperando que salga la multitud, cada individualidad sigue su camino, queda el recuerdo de una gran noche, el último impulso es para mirar el estadio  y decir adiós a este instante que se va con una tibia sonrisa.