lunes, enero 26, 2015

Conectado con el nuevo principio


Pasada las 22 horas de este 17 de enero Deep Sour Collective o más conocido como Micka Sin Sour ya colocaba un set suave para dar ambiente al patio del bar 258 en Puerto Montt, mientras llegaba Basic Velásquez ( Christian Parancan) y ayudar hacer las conexiones para la trasmisión de la fiesta oficial de lanzamiento de la radio digital Velvet Radio Chile.
A las 23 horas ya comenzó andar todo, los dj se repartían sus tiempos, las visuales ya corrian en las pantallas del lugar y el escenario estaba dispuesto en una esquina para dar más espacio para bailar.
Con Gonzalo Parancan conversábamos un poco de rock y guitarras para hacer algo de tiempo cuando ya andará con todo la fiesta.
Medianoche. Una buena cantidad de público había llegado al local. De inmediato empecé a bailar con el limpio set Nu disco de Deep Sour Collective y el estilo de Basic Velásquez jugando con el funk, disco, el house y lo electro.
Entregado al baile me encontré de frente con un tibio monumento al delirio que me invitaba a perderme en la madrugada en sus sueños frenéticos que se esparcían en esa carne que despertaba más allá en la dimensión donde las palabras son olvidos en la bestialidad.
La música era poder, absoluto, sublime, el cuerpo es tiempo, fragilidad, la memoria, olvido , historia, el ritmo es continuidad que va ir aún más lejos que mi vida misma.
Pero en ese instante cuando estaba con aquello posible en la materialidad, simplemente quería creer, en la superación del silencio, en la iluminación del cuerpo, en ese espacio que se abre cuando dj kate Baldovino sale con el pulso exacto de disco y entregarme al último instante de lo esencial que es lo más trance de aveld Dracul.
No importa que llegue las 5 de la madrugada con el último tema, con el anuncio de mi reloj de ser más viejo al marcar la hora de mi cumpleaños y al irse el deseo empujada por su destino, el presente es un porvenir siempre.

18 de enero del 2015. 















En la fiesta está el corazón








Metri, Metri, Metri, la moda estaba allá con su festival electrónico. Todo el mundo andaba por ese sitio, sin embargo estoy acá este sábado 10  de enero en el bar 258 en pleno centro de Puerto Montt, tomando impulso con Micka Sin Sour con su set entre Nu disco y algo de house que corre en la noche por el patio de este local en el que ya va llegando algo de público a esta hora de la madrugada.
Una pareja se atreve a salir por fin a bailar en  la pista, me acerco más al escenario, marcando los tiempos del fluido y liviano ritmo  que saca el dj,  lo suficiente para respirar y seguir otra media hora sin pausa en esta embriagues sonora pura.





La una en punto llegan noticias de lo bien que anda el Metri Festival por algunos que vienen desde el lugar. Pausa. A seguir bailando,  la madrugada penetra con un tibio viento y el humo que se va dispersando en el techo de los grupitos que llegan a conversar de su rutinas y alucinaciones diarias.
Llega una gentil alma envuelta en la carne dulce de la juventud hecha tentación de sueños continuos. Me habla de astros, los dos simples astros, en historias que a veces se cruzan en un rincón de cada fiesta o tocata que se hace en la ciudad.
Tal vez las delicias del paraíso, simple segundos de eternidad, cuando sabes que esa mirada abra complicidad para dejar de ser y encontrar la iluminación en la danza del corazón pasajero de un instante llamado vida.
La dj Kate Baldovino cierra notable la noche con un set exquisito de música, que llama a más gente a bailar.
Las 5 de la mañana. Termina la fiesta acá estoy en medio de la pista como un viajero que parte en busca de un nuevo camino que se llama mañana.

12 de enero del 2015