martes, octubre 03, 2017

7 países abiertos en un soplo del caminante en búsqueda II parte

13 de septiembre del 2017
La expansión, el muro y el hombrecillo del sombrero 

En la mañana temprano inicio un recorrido por Berlin en el bus de turismo. Pronto me queda que la ciudad es extensa, donde se aprecia poca gente circulando ya que la amplitud empequeñece a sus 3,47 millones de habitantes.

Nos detenemos en lo que queda del muro de Berlin.  Me llama la atención que no es tan alto como pensaba. Imaginar que era frontera entre dos países, dos ideologías, dos visiones idealistas de mundos ( comunismo-capitalismo) , ahora esta este tramo con graffitis hechos posteriormente a su caída. Ahora lo que esta son las murallas mentales, las de diferencia de clases, la del inmigrantes con la del habitante lugareño, sociedad que cambia, tiempo distintos, unido eso si al soplo de la música electrónica del cual este territorio ha sido un sitio de vanguardia.





Después doy una vuelta por la isla de los museos disfrutando el patrimonio de las civilizaciones clásicas en el museo de Pergamo, el museo Nuevo, como un viajero del tiempo, abriendo senderos en cada objeto, buscando esos destellos de pasados, iluminados en esa galería majestuosas de ayer, donde el turista pasa dejando que sus ojos brillen, tratando de dar significado a su paso apresurado.
Cierro este circuito por este lugar entrando Antigua Galería Nacional de Berlín (Alte Nationalgalerie), para disfrutar de los colores y los tonos de una rica colección de pinturas y esculturas del siglo XIX  como Caspar David Friedrich.





Afuera veo una joven con su hiyad tomándose un autorretrato con su celular, mientras  avanzo  hasta llegar a la Alexanderplatz a la orilla este del río Spree encuentro  algo que me llama la atención al acercarme aprecio el monumento Marx Engels Forum.


 Se aprecian las esculturas la imagen de estos dos grandes pensadores, que han alimentado los sueños y la reflexión en los tiempos contemporáneos, se siente el peso vivo de la historia, una constante, de lucha, entre avance, retroceso, cambio y trasformación que va más alla de la vida de esos personajes, ya que la cultura todo lo cambia y le da distinto significado en cada tiempo. Para el turista será simple imagen curiosa, para el luchador social el justo homenaje a los que aportaron en la reflexión de la clase trabajadora y a mí un instante para pensar en el cambio nada más.
 Finalmente subo al tranvía para volver al hotel lejano. Antes ya de noche veo en el semáforo en la calle al Ampelmännchen, el hombrecillo de sombrero como la continuidad de un ayer que sigue como una constante en lo que fue Berlin del este.