martes, mayo 05, 2009

Apuntes de la vida religiosa en la comuna de Cochamó a principios del siglo XX


La presencia de la iglesia católica era absoluta en la vida cotidiana de los habitantes del territorio de la actual comuna de Cochamó. Las festividades religiosas eran seguidas con gran atención por la comunidad. En Puelo bajo se conmemoraba el 3 de diciembre la festividad de su patrono local San Francisco Javier. En 1918 a las 15:00 horas se partió con la novena de gracia a este santo, para hacer una misa solemne por todo el pueblo, con sermón y procesión, donde iba los niños de primera comunión. En Cochamó antes de las procesiones se hacían arreglos a la acera de piedra y ripio sobre pisos pantanosos. El 11 de agosto era la festividad de la patrona titular de la parroquia Santa filomena. Se hacia como ocurrió en 1919 una procesión al santuario erigido en el monte a la madre del Carmelo escoltada por jóvenes exconcriptos del ejercito que hacían salvas en el trayecto. El cura párroco Juan J. Molina ejercía su actividad sacerdotal por toda la jurisdicción de su parroquia que lo llevaba a recorrer grandes distancias por las características de la geografía del sector que incluso una vez casi le cuesta la vida cuando estuvo que luchar por cuatro horas con dos remeros para que su embarcación no se hunda cuando una fuerte tormenta lo encontró en medio del estuario de reloncavi rumbo a Yates a mediados de 1919.