domingo, marzo 04, 2012

Resistencia y discontinuidad









El tiempo es tan frágil, el cuerpo no es más que un fragmento discontinuo en su andar. Cada segundo deja una historia, la memoria selecciona, elige y deja solo extracto de esas múltiples vidas que vivimos cada instante al cruzar las calles.
En Medio de la multitud que llena la nueva fiesta Rock N Rolla en el Bar Baro Pub de Puerto Montt, bajo el lema Skins party estoy viendo esas figuritas que desde las 11 de la noche han llenado el recinto.
Cada mirada es una ventana a un recuerdo.
Una resistencia a un modelo devorador de vidas.
Algunos hace horas marcharon a favor de los movimientos de Aysén, lucharon todo el año por las reivindicaciones estudiantiles o militan en una causa, esa línea que entregara caminos a la huella que anda perdida en la urbe.
Metaleros cantan sus canciones, los grupos de jóvenes sacan sus demonios entre ritos donde las palabras sacan lagrimas, risas, besos cómplices, en un instante donde las caricias dejan marca en un momento vital de la existencia.
La dulce y serena voz de la soñadora, busca mis palabras para calmar sus inquietudes, otra se desliza en su película, con sus amigas caricaturescas, me dejo fluir, fluir, el dj entrega el ritmo, uno entrega el catalizador con la energía de cada movimiento y quedarse en un ensueño, de esos en que la conciencia dormirá en sus incertidumbres.