miércoles, agosto 01, 2007

La guerra por la realidad


Actualmente el campo de batalla de la política se ha trasladado al control de la realidad. La dominación de esta hace que se instale o consolide un tipo de modelo de sociedad. No se necesita una dictadura donde se de un discurso repetido por el líder de turno y sus marionetas que lanzan panfletos en su delirante voz. Es más fino hoy, mucho más cuidado la domesticación de las mentes, que hace creer un sentido de pertenencia donde se busca erradicar a la ciudadanía para dejar solo al consumidor insaciable.

Si usted se da cuenta, fíjese como va la agenda de noticias. No ahí actualidad, el sensacionalismo acaba con la reflexión. Un noticiero típico de nuestro país comienza con una noticia del día por lo general de delincuencia menor, aquella de tipos sin poder que son fáciles de manipular para el espectáculo mediático que se prestan las marionetas que hacen el circo informativo. Después una historia mínima, un cuento alguien llora llora, una nota inhumana, de las tantas cosas terribles que pasan en el país, una autoridad hace un diagnostico de la situación ( porque parece que para eso sirven), posteriormente viene el deporte, todo sabemos que fútbol, veremos la repetición de un gol de hace semanas, un entrenador que apenas habla y al final unas notas breves de lo más importante lo que pasa en el parlamento, en los órganos del poder y a nivel internacional para dar termino con el espacio de entretenimiento y farándula con modelos periodistas y conductores de noticias que se ríen del publico guardando lo mejores secretos. A y esto agravado aún más con el extremo dominio del centralismo de la capital de Chile.

No ahí opinión y los que opinan no están en los medios, pasan encerrados en las jaulas universitarias hablando para si, ensimismados. Abundan los opinologos o pobres tipos que para sobrevivir hablan y hablan de personas sin importancia, contando historias, que nublen el pensar de la ciudadanía.

Esta situación lleva a una enfermiza relación de dependencia de la televisión de los otros medios que crean su discurso a partir de esta. Esto no es inocente tiene un claro objetivo. Imponer un discurso ideológico sobre otro. Así se suplanta la realidad, con otra asfixiante y adictiva.

Veamos por ejemplo un caso bien conocido. Desde el 30 de abril del 2007 en la televisión nacional se da la teleserie “alguien te mira” escrita por escritores de cierto talento como Pablo Illanes y Nora Fernandez centrada en la historia de un asesino en serie que mata a mujeres quitándole el corazón. Este fenómeno televisivo puso a la luz toda una ola mediática relacionada con el femicidio, cosa terrible, ya que demostró el grado de ceguera de la población.

No pueden controlar la masa su realidad, están lejos, ausentes de todo. Eso es lo peligroso, cientos de cosas suceden a nuestro alrededor, revoluciones, conflictos. Nuestro entorno no esta en los medio. Se han preguntado cuando problemas son los reales que tenemos y no los creados por el espectáculo mediático. El plano de la existencia vital del ser humano es negado por la pantalla.

La búsqueda de la realidad esta en ver más allá de las apariencias, la esencia de todo no están en los titulares sino en aquellos párrafos que son descifrado por la mente inquita. La que sabe valorar su respiración y valora el tiempo como tesoro.