domingo, octubre 25, 2015

El tono justo para madurar el impulso

Temprano como las 23 horas del 24 de octubre del 2015 llegue  a casa colomba en calle Illapel 70 en Puerto Montt. En el segundo piso los dj y  técnicos de la ocasión ajustaban los equipos para un nuevo evento Black Room.
 Es interesante toda esta previa cuando se ajusta todo los parámetros sonoros, las entradas de los bajos y como cada cable se coloca para dar el tono justo para que el set pueda ser asimilado con todos sus matices.




















  Pasada la medianoche el dj Mariano Laffabrick desplego una fina selección de house progresivo al cual se sumo Christian Alvarez , con una ejecución justa, precisa, sobre todo elegante y con madurado segmentos de secuencias sintetizadas que daban un placer en el movimiento en este piso, donde la luz no era invasiva dejando una sombra en que las siluetas se desplegaban en su espacio con palabritas con los conocidos y dejando que la música ocupara su lugar como se lo merecía.
  Después un alto. Caminar por el centro para subir por calle Egaña hacia el Nogal donde  se estaba haciendo un evento por el tercer aniversario del sello chileno Power Beat Records donde estaban diversos  dj nacionales  más el dj local Christian Parancan  en un estilo mucho más progresivo y electro con visuales que rescataban piezas clásicas de la pintura de el pintor Salvador Dali, mientras cerca del escenario había ya gente bailando y los más conversando de cosas de la cotidianidad, de libros místicos, como también del escenario de la música electrónica en la zona.
 Después de una pasada por el subte de calle Rancagua donde había un evento funk Music con los dj  Pablo Coñuecar y Beat Oko donde estaba algo movido con el publico seguidor del black Music  pase a darme una vuelta por la pista del club One de calle Quillota esquina Benavente donde tocaba Atmoz  con una selección de música variada comercial para un público masivo , allí  hable por unos minutos con las pupilas del deseo de otro mundo que buscaba un dulce consejo sobre un autor de libros de autoayuda tan buscado en la sociedad laberinto de sus incertidumbre en  consumo insaciable.
  La ultima pasada por colomba pasa el termino del  baile, intenso como siempre para darle sentido a las huellas borrosas que van quedando en el pasado y simplemente dejarse ir al profundo sueño pasajero de otra mañana más con sus nuevas claves.


sábado, octubre 17, 2015

Dentro del espejo la continuidad

   El pestañeo se clava en las palpitaciones de luz de las estrellas y el colectivo cruza por Puerto Montt esta noche del 16 de octubre del 2015, rompiendo el silencio de algunas arterias poblacionales para entrar de lleno en el centro, donde las aguas del seno de Reloncavi son una presencia oscura, una ausencia donde la luz de los edificios marcan el orden invitando  a perderse en el refugio de la civilización.
   En el  subte underground club bailo suave en el inicio de la fiesta a cargo del dj wave     ( Pablo Coñuecar) con un set funk, house y pop. Todavía nadie  sale a la pista, es temprano 23 horas, no importa, el ritmo esta ideal para entrar en forma, mientras el público juvenil, entre  estudiantes universitarios, de centro de formación técnica, profesionales en sus inicios de sus carreras o trabajadores del sector servicio ocupan  las mesas, deslizan sus diálogos entre cortados y sueños en el núcleo de lo conocido.




Después otro escenario. Pasada la medianoche el Balcón de Calle Egaña, el público ocupa  la improvisada pista, suena  con fuerza en ese instante  Richi Tunacola líder de la banda  Tunacola y que hace poco fue confirmado para el Llolapalooza del 2016. Con un set latino electrónico, donde los sonidos mestizos se hacían cómodos para moverse en un rincón, mirando siempre las visuales de Juanasacra, en su delicado estilo pop.







Cerca de las 3 de la mañana paso un rato por la misma calle Egaña hacia  el Nogal,  donde está el dj Joseph Alexander Guzmán con un buen set tech house elegante para disfrutar un  dialogo con los conocidos sobre el cotidiano pasar.


Es momento de retornar al Balcón,  ya suena el dj Joaquín Colmillo Pérez con un set exquisito bien  electro, el piso alfombrado facilita tomar impulso, aliviana la carga de los movimientos, todos en su mundos disfrutan la música. Se aprecia un público a esa hora un poco más adulto, con un vestuario más producido para la ocasión y que conoce algo de estilo de música.








Tomo un descanso. Camino, miro los espejos del local que reflejan el pasar de los clientes que han llegado al local, me encuentro con el soplo del paraíso perdido hecho una mirada de ensueño, nos acercamos con dulzura, las palabras no importan, todo queda en el símbolo, la sabia distancia de historias que tomaron su huella, el abandono  a una inquietud, certeza del ritmo, que sigue al caminar por las calles hacia el amanecer, perdiendo  la sombra y dejando el cuerpo, única revelación de certezas próximas.
17 de octubre del 2015.


domingo, octubre 11, 2015

Recibe y deja partir

    El primer sonido electrónico se disipa por toda la casa Colomba en calle Illapel 70 en Puerto Montt. Es la noche del 10 de octubre del 2015. En el segundo piso ya en el umbral de la medianoche todo está dispuesto para el evento “ Black room”. Tocaran en la jornada los dj Delmonte, Christian Alvarez y Mariano Laffabrick.










   Recibo todos los estímulos del sonido que comienza a envolverme. El piso de madera es como una plataforma suave, viva, el olor lejano de la cocina, sus platos que van y vienen a los clientes del primer piso se esfuma lentamente, permitiendo  sentir  más el poder de los parlantes y la tenue luz que es como un soplo en una sombra que rodea al iluminado escenario improvisado donde salen pulsos, sólidos, fuertes, poderosos, que se apoderan del tiempo conduciendo a la mente a un respirar liberador hecho de techno y house.

















  A las 4 de la mañana  el set llega a su mejor momento. El lugar está lleno de público. Los cuerpos están mirando al escenario. Giros  y pasos cortos. La obstinada música atrapa, quedando siluetas, figuras vibrantes en el ritmo, nada más.

  Todo es un pasar. Cruzar la mirada con aquella dulzura lejana que pasa  al frente de esta nave que avanza a una luz, esa luz del mañana, donde todo desaparece; la gente historia, recuerdos y sonidos para dar espacio a otros que vendrán con sus profecías de placeres misteriosos.

11 de octubre del 2015.