miércoles, junio 18, 2008

Consejo Regional aprueba proyecto de construcción de casino de juegos de Castro


Hoy fue aprobado por el Consejo Regional (CORE) el proyecto de construcción del casino de juegos de Castro, obra postulada por Enjoy, y que tendría una inversión de USD 38 millones.

El proyecto del casino contempla 230 máquinas de azar, 16 mesas de juego y 72 posiciones de bingo. Además de un hotel cinco estrellas con 64 habitaciones, centro de convenciones, salón de espectáculos, restaurante, sala multicine, sala de teatro, de exposiciones, museo, centro de artesanías, instalaciones deportivas, centro interactivo infantil y parque urbano.

Para el intendente Sergio Galilea, la construcción de este casino de juegos es una gran iniciativa para la consolidación y desarrollo de la isla de Chiloé y de Palena, ya que será un nuevo atractivo tanto turístico como empresarial para la zona. “Ahora hay que esperar la resolución de la Superintendencia de Casinos. En todo caso es un millonario proyecto que tiene muchas posibilidades de concretarse”, sostuvo Galilea.

Cuatro proyectos

Es necesario precisar que este es el primer paso para la concreción de este importante proyecto, porque la Superintendencia de Casinos de Juegos tendrá la última palabra, dado que sólo hay tres cupos para las cuatro ciudades postulantes (Ovalle, Curicó, Castro y Coyhaique).


Actualmente en Chile existen 22 casinos de juego autorizados para funcionar, quince de ellos fueron aprobados unánimemente por el Consejo Resolutivo de la Superintendencia de Casinos de Juego durante el año 2006, y los restantes siete corresponden a concesiones municipales autorizadas a través de leyes especiales entre 1928 y febrero de 1990.

El actual proceso 2008 de otorgamiento de permisos de operación para casinos de juego que se inició el 2 de enero pasado y se extiende hasta el 30 de agosto del presente año, podrá concluir con la autorización por parte del consejo resolutivo de un máximo legal de tres nuevos casinos de juego en cualquiera de las doce regiones que actualmente cuentan con uno, dos o tres cupos disponibles para ello.

Fuente : Gobierno región de los lagos

La expedición Holandesa de 1643


A comienzos del siglo XVII, los holandeses tuvieron un particular interesados por el sur de Chile, principalmente por los rumores de la gran cantidad de oro. Percatándose que este territorio tenia una serie de ventajas para su incursión; la poca población hispana y la resistencia de los huilliches hacia estos, que podrían transformarse en aliados en contra de su mutuo enemigo.

El 6 de noviembre de 1642, zarparon desde Texel, Holanda, los navíos Amsterdam y Eendracht ( concordia) hacia las costas de Chile, mandada por el general Hendrick Brouwer, que había sido gobernador general de las posiciones holandesas en las Indias Orientales entre 1632 y 1635 , siendo además, un miembro distinguido de la compañía de las indias occidentales.

Entre los objetivos que tenia este viaje estaban la detección de yacimientos de oro, atraer la amistad de los indígenas para comerciar y luchar contra los españoles, adoctrinarlos en la religión reformada y fundar una base en la isla Santa María y en lo posible en Valdivia.

El 22 de diciembre de 1642 llegaron a Pernambuco, Brasil, que estaba ocupado por los holandeses desde 1630, donde se unieron otras naves; el Orangieboom, el Vlissingen y el yate Dolphijin, arribando la expedición a las costas de Chiloé el 30 de abril de 1643.

En mayo de 1643, atacaron Carelmapu, quemando su fuerte, a principios de junio agredieron a Castro y volvieron a Carelmapu, debido a las dificultades climáticas, permaneciendo en este lugar entre julio y agosto.

El 18 de julio, dejaron libre a unos prisioneros indígenas que habían tomado en las incursiones por el archipiélago de Chiloé, para que informaran que eran enemigo de los hispanos.

Vinieron a bordo del Eendracht, el 28 de julio de 1643, “dos caciques principales de Carelmapu”, uno de los cuales se llamaba Don Diego , y el otro Don Felipe. Estos llegaron sabiendo del trato de los holandeses y su propuesta para luchar en contra de los españoles, trayéndole Don Felipe “la cabeza de un español que él mismo había muerto hacía como quince días”.

La expedición de estos europeos, partió hacia donde se encontraba las ruinas de la antigua ciudad de Valdivia, con un grupo de 470 huilliches de la zona, repartidos en las diversos barcos de la flota. Al poco tiempo de ocupar el sitio de la antigua Valdivia, tarea que dirigió Elías Herckemans, vicealmirante de esta expedición, que reemplazo a Brouwer, por su muerte el 7 de agosto por una enfermedad, se vieron los holandeses obligados a mandar de vueltas a los huilliches de Carelmapu porque “los de Osorno, disgustados con ellos, querían matarlos, no hallándose seguros” en ese lugar.

Los holandeses al parlamentar con los huilliches pidieron alimentos a cambio de armas, construyeron un fuerte, y acordando un tratado de alianza con los indígenas .

Al estar algunos meses entre septiembre y octubre en Valdivia, los holandeses acordaron en un acta abandonar las costas de Chile, ya que sus provisiones escaseaban, y los huilliches no tenían interés en luchar junto a ellos, por su disposición a reanudar la explotación de las minas de oro, abandonando definitivamente el país 28 de octubre de 1643. Posteriormente Herckemans entrego un informe a los directores de la compañía de las indias occidentales, en la cual les dice que se fueron por la escasez de alimentos y temor al amotinamiento de los tripulantes de la expedición, siendo partidario de hacer otra expedición a este territorio austral, quedando descartado esta iniciativa por la compañía debido al costo, terminando así el sueño colonizador holandés.