Puerto Montt 14 de agosto del 2011
Es domingo, son cerca de las 10 de la noche y las calles del centro de Puerto Montt tienen una calma, que son perturbadas por algún murmullo de alguna conversación o el ladrido de los perros vagón, que enloquecidos, van de un lugar a otro, como perdidos, en un laberinto sin fin.
Llegue a Pilares PubDiscoteque de calle Rancagua frente a correos de chile, justo cuando el equipo de producción de Rock N' Rolla estaba afinando los últimos arreglos para la fiesta de electro rock “ Party!!!
UK v/s USA!!!!!”.
UK v/s USA!!!!!”.
Juegos de luces que inundaban la pista, pantallas de LSD con videos sugerentes, los primeros acordes y listos a ocupar el espacio para bailar. Son 10: 50 horas.
El mantra de la electrónica se apodero de mi cuerpo. No era una negación del espacio, con cada paso ratificaba la pertenencia a un territorio, es como la libertad, claridad de mente y dialogo con cada videoclip lanzado por el Dj johann, una lectura intensa de un par de minutos.
La pista de baile tímidamente fue ocupada por los grupitos que llegaban a la fiesta. Jovencitos, universitarios, parejas, profesionales, músicos y noctámbulos, se soltaban hasta que a medianoche el climax de la fiesta comenzó ascender.
“ Pasión hit” the reeling suena con toda su magia, de repente aparecen las lejanas tentaciones del ayer que no fueron. La morena encantadora que con su dulce voz lleno de sueños veranos de olvido, la de labios carnosos que compartió una madrugada de inspiración en el comida y sabor de calle Copiapo, bailando sin pausa hasta que el alba hizo perder la ilusión, pero todo pasa, uno envejece con historias, no huellas, ni pertenencias, un simple flujo de deseos, que pertenecen a un tiempo, un momento, llamado felicidad, que habita en el paraíso eterno de un tiempo que vive en la estela permanente del registro fosil.
The bravery con su “Public Service Announcement” suena. Siempre me prende ese tema. Con una bella diseñadora bailamos algunos temas. Bailar acompañado tiene su gracia y en especial si existe un toque de fantasía en cada movimiento. Al final todo queda en la pista. Allí quedaran los secretos, obsesiones y aplastadas las mascaras que la sociedad de roles, marionetas de juegos, tan solo juegos nada más.
Dos de la mañana me pego una vuelta al Bar Baro Bar de Rancagua 293 para escuchar el rockabilly y el punk de Alvaro España Dj, histórico vocalista de los Fiskales Ad-Hok. Este es otro tema, los punkies y metaleros tienen su refugio. Como tribus hablan su dialectos, de calles estrechas y batalla contracultural, a un orden que conviven, pero el sistema tiene sus mecanismos para asimilar una cierta cantidad de disidencia, para no fracturar el modelo, haciendo que los mecanismos del mercado pueda proporcionar los elementos ( musica, vestuarios, poster, etc) para que mediaticamente quede neutralizada la subversión.
El reducido espacio de Bar Baro Bar, con el pegajoso y filoso sonido del rock que iba seleccionando Alvaro España era una buena mezcla para continuar futuras batallas, en esta tierra disputada que es la urbe.
Volvi para cerrar la noche en Pilares. Algo del ska de un video de la banda local de Citrola Deskapotable es un buen punto de partida para terminar originalmente la noche, cantando después los rudos acordes de Scream de la banda de horror punk Misfits llegamos a las 4: 30 horas. Es un momento ideal de perderse, simplemente perderse rumbo a la calle para volver al hogar.
En el centro inquietas figuras deambulan en la calle, me recuerdan un capitulo de Fear Itself llamado "New Year's Day" sobre una joven que despierta en un mundo de zombies, tal vez una metáfora del presente, cercano al caos y hacer simples marionetas de poderes que van más allá de nuestra comprensión.
En la costanera espero un colectivo, veo caminar una joven que presurosa va llorando, dejando sus lágrimas en la acera, como ofrenda a esta noche de estrellas tan lejanas, a este soplo de vida que somos.
Unos jovencitos de la fiesta esperan inquietos la locomoción, les tomo la última foto de esta noche tan especial para ellos, mientras veo el colectivo, aquel que me lleva al refugio, a los sueños, a mis mundos de placeres que la palabra jamás definirá.
