viernes, febrero 23, 2007

El Moisés en las alturas


A solo 5 Km de la ciudad de Bariloche en Argentina se encuentra el complejo turístico “ Teleférico cerro Otto” perteneciente a la fundación Sara Maria Furman que entrega todas las ganancias entre dos obras de bien público: el Hospital Israelita de Buenos Aires y la Asociación Cooperadora del Hospital de Bariloche.
El origen de este teleférico es gracias a la iniciativa de un visionario llamado Boris Furman, en 1970 llego a Bariloche como turista con un amigo subiendo a la cima del Cerro Otto y se quedó maravillado con ese paisaje. Gestionó permisos para construir un complejo que incluía el teleférico y la confitería giratoria. En 1974 finalizó la construcción del teleférico y 6 años después recuperó toda la inversión. En vez de acumular ganancias, este hombre hizo lo que él cuenta que le enseñaron en su familia: “ya tenés suficiente para vos, dale a los demás” . Así constituyó la Fundación Sara María Furman, en honor a su madre y a su hermana, y desde 1980 dono las ganancias del complejo a obras de caridad.
Por medio de cabinas para cuatro persona se llega a la cima del cerro a 1.405 mts s.n.m, teniendo las más modernas medidas de seguridad. Se destaca en este lugar su restaurant-confitería giratoria que tiene un diámetro de 21 mts., con una capacidad para 250 pasajeros cómodamente sentados, teniendo una visión de 360° desde la cima, mientras se disfruta alguna cosa rica para degustar. Está totalmente vidriada en toda su circunferencia con cristales templados Blindex, y calefacción por un sistema de aire caliente. Una estructura de hormigón armado antisismico sostiene la edificación total.
Una de las cosas llamativas en este lugar son las réplicas a tamaño real de las famosas esculturas de Miguel Angel “ la piedad”, “ El David”y “ El Moisés”. Estas hechas a Calcos exactos, certificados por el gobierno italiano, idénticos a los originales, con un 80% polvo de mármol y 20% resina acrílica.
Por ultimo una cosa que sobrecoge es la vista, hay se ve como las aguas del Lago Nahuel Huapi y el Gutierrez se abren, moldeando la geografía del sector, dejándonos como simples espectadores de los juegos de la naturaleza.