Es viernes 20 de noviembre del 2015, llueve
intensamente en Puerto Montt y una onda fría recorre la tarde, miro las redes
sociales por un instante, viendo las novedades, de repente pasada las 18 horas
un anuncio, el evento “ FRACTAL” una fiesta sorpresa que apareció en el Nogal de
calle Egaña para la noche.
El viaje parte por el Barra Bass en la tocata producida por el
equipo décima sinfonía alcanzando a escuchar las bandas puertomontininas Paradiso Colectivo
con un Rock and Roll de tono bien melancólico
y Koyobo Chant de Reggae ska, mientras en las barra las
pasiones eran lagrimas de delirio que sacudían el ritmo de una mirada
abandonada en la burbuja de una ilusión intensa de una criatura hecha ángel
entre la masa que verbaliza anécdotas y los que desgarraban las melodías en
un estudio incesante de los músicos en el escenario.
Pasada las 2 de la mañana llego al local del Nogal
toca el dj Mariano Laffabrick, entramos rápido, la fiesta esta andando muy bien, muchos conocidos de las
senda de la música electrónica han llegado y a comenzar a darle con un house envuelto en
texturas suaves, oleadas puras, movimientos
certeros y seguros de un abrir continuo de un espacio que se amplía más
y más en una sonrisa dulce de aquello eterno que acaricia el latido del
abandono a ese paraíso que es ese lugar, nicho, refugio, de lo que debe habitar
cuando el tiempo pasa, todo se hace recuerdo, pero la profundidad del sonido se
hace fuerte, una continuidad que está allí, como la materialidad de una capa
que abriga la emoción de las desolaciones que en la calle habitan.
Converso un poco, de los laberintos de las
relaciones humanas, de historias entre historias y la gracia de esto de poder
estar en lo esencial, escuchando el buen techno del dj invitado de Temuco Delmonte y
caminar por todo el local, por su piso entre escaleras donde el sonido sigue
entrando, mientras el equipo emite en el primer piso toda la secuencia en forma
ideal para ir desde el escenario pasar por la primera, segunda, tercera, cuarta
columna de los que bailan hasta la barra, pasando por una esbelta joven que
vende sus hamburguesas por los que ya sienten algo de hambre al entra a las 4
de la mañana.
Cerca de las 5 de la mañana salgo y camino por el
centro respiro el viento que se hace cálido y el sueño invade mis pupilar hasta
despertar al otro día envuelto en la luz, que invade todo, la memoria, los
deseos, todo, todo es una luz, nada más.
21 de noviembre del 2015.