Abandonados a seguir la suerte de cualquier colono cordillerano el personal de carabineros del retén “ Paso El bolsón” es un ejemplo de la primera muestra tangible de la presencia de las institucionalidad del estado-nacional chileno, en la frontera cordillerana de la actual comuna de Cochamó. El limite territorial se volvía algo más solidó, creando identidad en los habitantes del sector, mientras los uniformados impartían orden, pero a su vez trataban de sobrevivir en esa lejana tierra.
La distancia es silencio
El reten de carabineros de Paso el Bolsón en 1939 estaba aislado del contacto de cualquier urbe importante. A
El personal del servicio policial aduanero en esa zona fronteriza estaba compuesto por el jefe del retén cabo 1 Eduardo Street Guigan secundado por el carabinero Tadeo Barria Ojeda. La importancia estratégica de ese reten radicaba para el estado en tener un control del movimiento de la gente que transitaba por esa zona especialmente de la que cruzaba el paso el Puelo en Argentina como también impartir orden en los alrededores de Segundo Corral para solucionar temas tan apremiantes como el cuatrerismo que había alcanzado gran expansión décadas atrás en esa región.
Carencias y trabajo
En 1956 esta situación de aislamiento se mantenía en el reten de Paso el Bolsón. La dotación completa del reten era de cinco hombres, que era encabezado por un sargento segundo, sin embargo pronto se redujo a tres uniformados quedando como jefe un cabo, debiendo cumplir este personal sus funciones en una basta jurisdicción.
Las penurias eran abundantes, en invierno debían hacer patrullajes a pie a veces y debía el jefe del reten cumplir la tarea de oficial civil para hacer una serie de papeleo.
El personal estaba compuesto por el cabo Miguel Linero Opazo y los carabineros Alfonso Valle Valle y Juan Cárcamo.
En ese tiempo la situación que tenían que afrontar los carabineros era otra. Definido los limites territoriales, la población que había quedado colonizando esos parajes se enfrentaba a una serie de problema por un lado la falta de documentación legal, como la célula de identidad, la carencia de víveres cosa que se agudizaba en los meses de invierno por la obstrucción de los pasos cordilleranos y también la restricciones al trasporte de suministro por las disposiciones aduaneras argentinas para la adquisición de víveres en sus poblaciones fronterizas, esta situación sumado a todo lo que implica el aislamiento en carencia en servicio de salud y educativos era una tensión a la que se veían sometidos el personal de carabineros que vivían como colonos, eso si siendo la autoridad en la región.
El carabinero-colono del reten Paso el Bolsón es un tipo humano que responde a una nueva realidad, la de crear ciudadanía en un territorio donde la identidad no necesariamente responde en esos años a los patrones establecidos por los parámetros centralistas de las autoridades del gobierno central, más bien comienza con la defensa de un espacio, su tierra en el que pasta su animales, donde cultiva, abandonados y encerrado en el circulo de los lazos familiares, el estado para ello es algo lejano. La presencia de esos carabineros sometidos al mismo rigor y distinto por el poder de impartir la ley, será la viva presencia de la llegada de los procesos modernizadores, que empezara a vivir la zona a principios del siglo XX, que sin embargo, no acabara con el aislamiento y el olvido de parte de gran parte del aparato del estado.