El
primer sonido electrónico se disipa por toda la casa Colomba en calle Illapel
70 en Puerto Montt. Es la noche del 10 de octubre del 2015. En el segundo piso
ya en el umbral de la medianoche todo está dispuesto para el evento “ Black
room”. Tocaran en la jornada los dj Delmonte, Christian Alvarez y Mariano
Laffabrick.
Recibo
todos los estímulos del sonido que comienza a envolverme. El piso de madera es
como una plataforma suave, viva, el olor lejano de la cocina, sus platos que
van y vienen a los clientes del primer piso se esfuma lentamente, permitiendo sentir más
el poder de los parlantes y la tenue luz que es como un soplo en una sombra que
rodea al iluminado escenario improvisado donde salen pulsos, sólidos, fuertes,
poderosos, que se apoderan del tiempo conduciendo a la mente a un respirar
liberador hecho de techno y house.
A las 4 de
la mañana el set llega a su mejor
momento. El lugar está lleno de público. Los cuerpos están mirando al
escenario. Giros y pasos cortos. La obstinada
música atrapa, quedando siluetas, figuras vibrantes en el ritmo, nada más.
Todo es un
pasar. Cruzar la mirada con aquella dulzura lejana que pasa al frente de esta nave que avanza a una luz,
esa luz del mañana, donde todo desaparece; la gente historia, recuerdos y
sonidos para dar espacio a otros que vendrán con sus profecías de
placeres misteriosos.
11 de octubre del 2015.