miércoles, diciembre 10, 2014

Impresiones del que pasa veloz sobre cinco países de Europa parte 20

Amsterdam: la libertad en el orden














Cerca de las 21 horas llegamos en el bus del tour a un complejo hoteleros a las afueras del aeropuerto de Schiphol en  Holanda.
Alojados en el Crowne plaza habitación 441, me dispuse a ver algo de internet para quedar al día con las noticias, mientras veía el ir y venir de los diversos aviones que salían desde el aeropuerto.
Al otro día despertamos temprano al desayuno. Había de todo para elegir desde cosas saladas huevos, carnes, jamón, hasta cosas dulces como miel, mermelada, un pan bien aceptable y un delicioso jugo reponedor.
Después a partir al centro de Amsterdam en el bus del tour que era más menos 15 km de distancia. Con un guía local hicimos un rápido recorrido panorámico para detenernos en el mercado de flores que desde mediados del siglo XIX ofrece diversos tipos de flores, plantas y semillas, que es una variedad de colores que deleitan a la vista.
Posteriormente recorrimos en una embarcación sus canales con pinceladas de la historia. Es llamativo como sus habitantes han aprovechado cada espacio y el ingenio para estacionar los vehículos.
El primer núcleo urbano de esta ciudad surgió en 1200, en el siglo XVII fue una de las ciudades más ricas del mundo, el espíritu de su burguesía se refleja en su construcciones, austeridad, eficiencia, utilidad en la vivienda, nada de pomposas.
Posteriormente partimos con el tour a un taller de tallado y pulido de diamantes. Después de conocer el trabajo de los artesanos entramos dentro de una bóveda donde un simpático hombre con acento italiano acompañado de un guardaespalda, nos mostró diversas productos hechos con esta piedra preciosa que por más de 400 años ha llevado a ser conocido este lugar de Europa como la “ ciudad de los diamantes”.
Después de terminado este recorrido tome un par de fotos por las afuera del rijksmuseum y me puse a caminar por el centro de la ciudad. Una advertencia se debe estar muy atento al andar, ya que abundan los ciclistas y no son muy atentos con los transeúntes, pasan como si nada.
Es llamativo el individualismo que se aprecia en sus habitantes como encerados en si mismo, un capitalismo puro, si todo lo que se pueda vender se vende, como el barrio rojo donde existe tour, museo de todo tipo de las variedades como la tortura, la prostitución, de la cannabis. Tambie´n están los llamados cofeeshops que es una cafetería donde se permite la venta al público de marihuana y derivados, pero ojo tiene sus restricciones, desde enero de 2012 se ha implantado en la utilización obligatoria del  llamado Wietpas, un sistema de pases con el que solo a residentes en Holanda se les permite el acceso a estos lugares, está prohibido el consumo de bebidas alcoholicas y menores de 18 años tienen prohibida la entrada entro otras medida.
Sigo avanzando por esta urbe cruzando por sus puentes y calles. Se aprecia los muchos trabajos que se hacen en la ciudad para prepararse para el duro invierno, en reparaciones, arreglo en las via de tranvía , etc.
Llego hasta donde se concentra una gran fila de gente. Es la casa de Ana Frank, la niña judía alemana que relato en un diario intimo sus dos años y medios en que paso oculkta con su familia y cuatro personas más en plena segunda guerra mundial hasta  ser delatados y ser enviados a campos de concentración nazi en la que solo sobrevivió su  padre Otto Frank que hizo publico el diario al termino de este conflicto militar.
Se respira un aire de tranquilidad en el lugar, cerca de allí existe un monumento de la muchacha que mira a la distancia, como ejemplo de lo que puede llegar hacer   la intolerancia.
Después de terminada la jornada a volver al hotel, la tarjeta de la habitación no funciona en la recepción después de aplicar mi débil ingles pude cambiarla.

Después a dormir un poco.