Sus lágrimas caían sobre la multitud indiferente, en un estado de locura aquella joven hablaba en su lengua
del amor imposible que seguía otros placeres a distancia. Era una más de los micromundos que veía en la madrugada en la pista de baile de la Barra bass en una nueva versión de las fiesta Rock N' Rolla.
Sin ser virtuosos, pero si disciplinados estaban en el escenario Raccoons una banda de Osorno que tocaban covers de The Strokes, Arctic Monkeys y algunos temas propios. Las guitarras entusiasmaban al público para dar los primeros saltos, mientras que el vocalista entregaba ímpetu a la interpretación de los temas.
Una de las visuales mostraban las marchar en defensa de la educación sin fines de lucro en Puerto Montt. Miles de manifestantes que invadía el centro en un precioso día luminoso con una alucinación de poder que hace creer en cambios que aún no llegan.
El aire dieciochero invadió los decorados. Salieron cuecas y algunos clásicos del rock chileno. Bailaba entre islas de voluntades, mujeres aburridas en sus encrucijadas y seres perdidos en sus misterios.
Una pausa antes de salir.
La sombra oscura envuelve mis pupilas en un trance de la que sale una sonrisa a la comedia humana.