8 de noviembre del 2020
La soledad especialmente en los adultos mayores es intensa
con esta pandemia, el aislamiento con el resto de sus familiares y la lejanía de
todo el entorno social se hace grande. Los jóvenes es peor, los que se niegan
aceptar la realidad tratan de vivir su vida, pero siempre son golpeado por la
dura certeza de aquello que está presente con su huella por Puerto Montt, con
negocios cerrados, con vigilancia de alguna que otra patrulla, todo perturba,
todo los horarios están alterados, por la existencia del toque de queda, es
todo anormal, salvo el orden brutal económico del neoliberalismo que con su
individualismo sigue apretando más y más las conciencias.