26 de noviembre del 2020
El agotamiento mental que han sufrido los habitantes en Puerto Montt es evidente con esta cuarentena. A la rutina de hacer los permisos para los trámites, se suma el usar mascarilla, andar traspirando con esta todo ahogado especialmente en estos días de más calor.
Todos se ilusionan que el otro año terminara la pandemia con las vacunas con la información de los avances que anuncian las farmacéuticas, pero es más rendirse a un deseo que a los porfiados hechos que implican ver la seguridad de las mismas con estudios independiente y la distribución.
Si está claro que no se puede esperar nada de este gobierno de inútiles que aplican las peores recetas del neoliberalismo y una clase política que da más pena que risa, mientras el malestar de la ciudadanía crece y crece. No debiendo olvidarlo que el capitalismo no le importa, ya que su naturaleza es de permanente crisis para endurecer su tiranía.