25 de marzo del 2020
La luz penetra en la mañana con la ilusión un paraíso que es un manto leve que envuelve las calles. No me dejo arrodillar por la paranoia hoy de las noticias alarmantes de cada jornada. Mejor seguir cada rayo que coquetea entre los árboles, dejando tonalidades que dejan marcas en las sombras. Todo es pasajero.
El aliento es pasajero como todo. El sueño igual.
Donde habitara la sonrisa acariciante y alma perdida en el ritmo.