Un desgarro penetra en el corazón, se hace fluido de información, en la pista de baile donde pasan inquietas sombras, que llegan a esta nueva fiesta ROCKNROLLA en la Barra Bass –cervecería en pleno centro de Puerto Montt.
11 de la noche. La calle es sacudida por una leve briza que se dispersa por el ventanal donde suena los golpes de los parlantes con el tema Walk del año 2011 de la banda de rock estadounidense Foo Fighters.
Me muevo saludando a los pasajeros de este viaje sonoro que una vez al mes visitan esta capsula sonora que los transportan a un grato momento hecho evocación entre canto, sueños y palabras que al pasar cada segundo es una historia en la memoria.
2 :20 horas. Cruzo una mirada en un vacio hecho carne. La nostalgia es parte de la rutina en movimiento. Cada instante entiendo esos fragmentos que fluyen en el ciberepacio, los avatares, son caricaturas, mensajes aislados en sus silencios cómplices. Cada mundo es un laberinto; las parejas, los amigos, aquellos conocidos, son pasadizos, que van más allá de lo asimilable por la razón.
Gotas de cerveza caen en mi cabello. En el baño las filas se agolpan. Una sonrisa, un nombre al pasar, saludos que pasan y se van.
Termino el último movimiento para deslizarme en un pestañeo hacia facebook saboreando una canción de Rage Against The Machine, mientras el nuevo día se avizora con su manto de olvido y reglas de incertidumbre.