El frio parecía atenuarse un poco con las primeras gotas de lluvia que se dibujaban en el cielo oscurecido que cubrían Puerto Montt. Al entrar al local de Barra Bass Bar-cervecería parecía que el frio se disipaba lentamente.
Eran pasada las diez de la noche. Cruzaba la pista de baile en un manto de globos multicolores, mientras en una pantalla se proyectaba escenas de la ya clásica película “Sin City” del 2005 basada en tres historietas de Frank Miller, un ejercicio cinematográfico donde la visualidad de esta novela grafica se trasforma en un ruido de fondo que da cierto ambiente , mientras comienza a llegar el público juvenil que se ubican entre las esquinas del recinto, mientras suena la inspiradora canción “ Judith “ de la banda de rock A perfect Circle , con sus afiladas guitarras que es una especie de mantra para despertar las emociones a la pureza de un golpe sonoro.
Desde arriba el escenario tomo una pausa. Se aprecia desde la distancia como se van tejiendo insipientes nuevas tribus urbanas, que toman elementos de otras tenencias anteriores, algo de la postura punk, elementos del metal, quizás algo de la influencia de la estética manga japonés, en fin todo parece estar muy abierto, incipiente, fragmentario, quizás esa sea la clave, la apertura, el desplazamiento de la incipiente ciudadanía a una cultura de mercado que a especificado el gusto tanto hacia una individualización excesiva que ahora busca conexión con el otro, superando la superficialidad de aquello que va y viene sin dejar marca.
Los últimos pasos de baile son suaves ya que el piso se ha puesto resbaloso. Cinco de la mañana. Cae la lluvia sobre la urbe, dormida al borde del Reloncavi, camino por la vereda despidiendo una gran jornada de la ROCK & HORROR PARTY rumbo a los sueños que se precipitan al amanecer.