domingo, enero 15, 2012

Enano, rock y llamas entre parpadeos

                            A David Lynch 

Esa maldita melodía suena en mis oídos. Sacudida, sacudida, sacudida. El aire esta algo seco. El tiempo parece alargarse. 10, 11, 12 de la noche, en el bar Baros restobar en el centro de Puerto Montt, todo esta en calma. El Dj Johann tira algunos temas. Los punkies se paseas por el local, Las parejas en su burbujas están en su mundo alimentando sus egos con sueños llamados recuerdos, entre tanto los amigos beben y beben sacando sus anécdotas con personajes enloquecidos en las sombras del olvido. 


Una fiesta improvisada realizada por los Rock N' Rolla en solidaridad al centro cultural Mata Verde 80 que hace unos días había sufrido un amago de incendio era la excusa para estar esta vez en aquel lugar.


No había espacio para bailar. Un paso y chocabas con una mesita, un vaso, la botella de cerveza, no había pista de baile, solo un laberinto en donde se debía jugar para mover las manos ante un gran tema de The strokes o Morissey.











A las 1 de la madrugada se hizo más espacio. El dj pudo tirar más temas bailables. Tres parejas salieron a bailar, más uno que otro se movía. De repente apareció un  enano. De esos que lanzan simbolos a los ciegos en su monotonía. Dance of the Dream Man de Angelo Badalamenti suena en mi cabeza. La caricatura quería devorar mi pensamiento, pero era  uno más de aquellos seres que pasan, hacen su ruido, tratan de figurar y se dispersan cuando la luz invita a despertar.
3 de la mañana. Los parpados arden. Fuera de lugar con una exquisita tentación dibujada para clavarse en el deseo, con sus piernas largas, labios de seda y suspiro lujurioso entendía que ese cuerpo dormido estaba abriéndose lentamente, en un viaje directo al placer. 
Cerca de las 4 de la mañana llego una patrulla de carabineros. Ruidos molestos dijeron. Termino la fiesta. Los personajes y criaturas con sus aberraciones se dispersaron en la calle sacando sus disfraces que el viento sur arrojo en el cielo cubierto por nubes negras.
En el sueño esta mi nombre. Lo deje allí como un sacrificio. En un tiempo que se fue. Hecho mito  en una canción de rock.