domingo, enero 01, 2012

Al fin el 2012



Los anuncios proféticos anunciaban que   el ROCK N' ROLLA END OF THE WORLD PARTY iba a ser un evento de largo aliento. Los sueños delirantes decían que se iban sacrificar los malditos demonios criados en el 2011. Miedos alimentados por más miedos, doncellas imaginadas tan diosas en su olimpo de papel, ideologías que te llevaban a marchar neuróticamente por causas justas pero con caminos laberintos y enfermos dobles, con rostros burocraticos y vacíos.

Se necesitaba un fin, terrible, apocalíptico, cíclico, nacido de leyendas capturadas por la memoria ficcionada, de templos arcaicos de civilizaciones lejanas y destruidas que no pueden contar su verdad a las miradas demenciales.



Después de dar los abrazos habituales a los familiares por la llegada del nuevo año, seguí pasada la medianoche las señales en los cielos de los fuegos artificiales lanzados en la bahia de Puerto Montt.




Pasada las 1 de la mañana llegue al Bar Baros Restobar  después de conversar con una encantadora dama sobre como las sociedades son devoradas por su cultura y la historia esclaviza su destino colectivo de las naciones. Entre los abrazos y los buenos deseos un amigo dijo una gran verdad por que decir feliz año, si todos los días pueden ser felices y es verdad, son pequeños mundos con su ciclo único que se debe alimentar con un buen relato.
Lentamente dj Johann comenzó a llenar de música el espacio. Los globos multicolores se deslizaban, siguiendo su destino inevitable, reventar, dejando su sonido afilado en el oído, con su pequeño mensaje todo llega a su fin.
Bailaba haciéndome un lugar en donde se podía entre los círculos cómplices de amistades y parejas dominadas por la locura del amor.
En occidente siempre estamos dominados por la necesidad de llegar a un fin. El horizonte es la distancia, utopia, paraíso, no estamos inmerso en el mundo estamos lejos, con nuestra individualidad.
Cerca de las 3 de la mañana el sinceramiento en la pista es claro. El ritmo es el proverbio, el puro deseo es la energía y aquellas cosas que se fueron en el año viejo quedaran más allá de los recuerdos, en una luz, en la canción que dejara ese momento eterno viajando en el espacio.
Jaime  es el animador de turno de esta jornada. En otros tiempo seria un chaman. El catalizador de la fuerza del colectiva. Inspirado inicia competencia de canto, anima a la gente a bailar, anuncia promociones, llena el escenario con su presencia sin igual, cantando las consignas del movimiento estudiantil, esas que tantas jornadas le a tocado filmar con su cámara ágil siguiendo el pulso de la noticia, entre lacrimógenas, piedras, nada lo de tiene, la imagen, ese instante, es capturado para dejar el registro necesario.


Las 8 de la mañana todo llega a su fin, la luz del amanecer envuelve mi rostro , mientras la costanera los barrenderos recogen los restos de una noche intensa de fiesta en la plaza de la ciudad, se va un día, se inicia un tiempo, una nueva vida que ahora respira.