lunes, abril 28, 2008

El 1 de mayo: memoria y futuro de los trabajadores



El 1 de mayo es el día internacional de los trabajadores, la memoria de las luchas pasadas se mezcla con los dilemas del presente, que caminos tomar para reivindicar sus derechos, cuando el mercado laboral se fragmenta y la economía se disuelve en el juego de la manipulación de los especuladores y las grandes corporaciones del capital, con un estado y una sociedad civil que busca definir su rol superando esquemas autoritarios entre defender su identidad particular o unirse para reinventar el sistema actual. No hay fiesta, más pregunta que la experiencia por construir un futuro mejor responderá.

Voces del pasado

Esta conmemoración surge por iniciativa del congreso obrero socialista de la segunda internacional celebrada en París, Francia en 1889, que estableció esta día como una fecha para reivindicar los derechos de los trabajadores y homenajear a los mártires de Chicago donde cuatro lideres sindicales anarquistas fueron ajusticiados en Estados Unidos por su participación en la lucha por conseguir la jornada de ocho horas que tuvieron su origen en la huelga iniciada el 1 de mayo de 1886 propuesta en noviembre de 1884 por el IV Congreso de la American Federation of Labor y que tres días más tarde, desemboco en la Revuelta de Haymarket en Chicago durante la cual en una manifestación pacífica una persona desconocida lanzó una bomba a la policía que intentaba disolver el acto de forma violenta. Esto desembocó en un juicio, años después del todo ilegal y mal intencionado contra ocho anarquistas, cinco de ellos condenado a muerte ( uno se suicido) y tres fueron recluidos.

La primera celebración del día del trabajo en Puerto Montt se realizó en 1912. Los organizadores fueron las sociedades de artesanos, fleteros y zapateros, cuyos socios se congregaron para una comida resaltando el discurso de don Sebastián Santibáñez, miembro de la sociedad de zapateros. Después los participantes hicieron un desfile por las principales calles de la ciudad en perfecto orden, lanzando vivas por la clase trabajadora. Llevando estandartes de las distintas sociedades y acompañado por la música de la banda del club musical obrero, eran aplaudidos por los puertomontinos que transitaban a esas horas hasta el termino de su marcha frente a la casa del presidente de la sociedad de fleteros, José Almonacid en calle urmeneta.

Obreros en la vitrina

Actualmente según datos del Instituto Nacional de Estadística la fuerza laboral de la comuna de Puerto Montt es de 78. 000 trabajadores del total de habitantes de la comuna que es 175.983 . Por datos de la seremi de Economía de la región de los lagos del 2003 sabemos que el 61% de la población económicamente activa esta ocupada en los sectores de comercio y servicios. La ciudad tiene una baja cesantía que según el INE es de 3,9% , lo que a propiciado una creciente migración a esta ciudad, pero Puerto Montt tiene el triste índice de presentar los sueldos más bajos del país que bordean los 200.743 pesos de remuración promedio mensual a partir de datos del INE. Esto acarreado en un detrimento de las condiciones de vida que a partir de datos de la encuesta CASEN del 2000 a llevado a un 19.3 % de hogares a la condición de pobreza y a un 6.1% a la de ser indigencia. Respecto al numero de personas sindicalizadas en relación a la tasa de sindicalización a partir de los datos de la dirección del trabajo para la región de los lagos es baja ya que en 1990 era de 11.9% y el 2006 era de 12.5%.

Estos datos rebelan que el mundo de los trabajadores en Puerto Montt a estado sometido a dos tensiones por un lado la creciente fragmentación del mercado laboral donde el trabajador se ve sometido a condiciones de explotación duras y a una precarización de su sueldo que no se ve reflejada al grado de productividad sino a las condiciones que establece el mercado. Por otro lado la contención del sistema para no provocar crisis y tensiones a la reproducción de su orden pasa por una mayor división de los procesos productivos lo que lleva a que los trabajadores luchen más solos por las reivindicaciones de sus derechos. Esto lleva a los sindicatos y organizaciones obreras a un cuestionamiento que pasa por un lado a reinventarse por el cambio de paradigma de la sociedad de una estructura industrial fordiana donde el trabajador repetía una y otra vez una tarea unido a varios obreros a un espacio posmoderno donde las tareas se hacen más especificas el empaquetador en un supermercado, un trabajador del salmón que alimenta a los peces, etc.

Todo esto muestra un proceso de cambio que no se detendrá. La cultura popular y los mecanismos de control de los impulsos de la fuerza laboral desarrollado eficientemente por el sistema de mercado esta llegando a un punto en nuestro país donde la caída de las condiciones de trabajo puede pasar a un estallido social única respuesta a un combate mayor y más fuerte por el control de lo que realmente importa la realidad, la imagen de mundo que queremos.