El martes 11 de septiembre de 1973 en Puerto Montt todo estaba listo para la celebración del día del profesor. Ese guía para las generaciones que hacen sociedad, no viviría su fiesta nunca más en esa fecha. La historia diría que no.
Origen verdadero del día del profesor
El origen de esta festividad se remontaba ha 1943 cuando en la primera conferencia de ministros y directores de las republicas americanas, realizada en Panamá, se acordó que en todo el continente, se conmemorará ese fecha el día del maestro aquella jornada en homenaje ha Domingo Faustino Sarmiento fallecido aquel día en 1888 quien fuera el primer director de
La directiva del SUTE
En aquellos días los trabajadores de la educación estaban agrupados en un sindicato único llamado SUTE (Sindicato Único de Trabajadores de
Las actividades programadas aquel día
La programación de esa jornada era sobrio en esa oportunidad contemplaba visitas a las radios de la ciudad, un acto solemne a las 11 de la mañana en la sala Diego Rivera de
En el Diego Rivera se esperaba hacer un acto artístico-cultural con las fuerzas vivas de nuestra urbe. Se iba ha entregar diplomas y medallas a los profesores que cumplían 25, 30, 35 y 40 años de servicio en la enseñanza, algunos de ellos eran; Pedro Barría Villaroel ( Instituto comercial), Arsofio Soto Nuñez ( Liceo Industrial), Haydée Andrade Oyarzún ( Esc. N 10), Luis Ojeda Alderete ( Esc.10), Edmundo Mutizabal Monsalve (Esc. 80), Juan M. Sotomayor Godoy ( Liceo industrial), Maria Oyarzún Mansilla (Esc. N. 10), Silvia Vargas Villaroel ( Esc. N.2), Manuel Cordova Álvarez ( liceo de niñas), Enrique Barría Villaroel (Instituto comercial), Benedicto Pérez Biott ( Esc. N. 10), José Miguel Rodríguez F. ( Provincial de Educación), Lucia Garro Lopez (Esc.N.10), Gerardo Aguilar Cárcamo ( Director Departamental) . Asimismo el departamento de bienestar del SUTE local rendiría homenaje a los profesores que se habían acogido a jubilación.
Este día estaba envuelto en el verso, así Jorge Camhi Monsalve escribía recordando al profesor Diego Fuentes en un extenso poema que decía en parte “descendía hasta el estuario/viniendo desde el oeste,/para llegar a su escuela/muy temprano el señor Fuentes”.
El fin de la fiesta
De golpe la fiesta termino. No habría risas, ni recuerdos a los que dieron su vida para la educación. Nada de lo programado se haría. No se entregarían distinciones, ni habría memoria y menos arte. El rápido movimiento de las fuerzas militares que ocuparon la ciudad de Puerto Montt en la mañana del 11 de septiembre de 1973, acabaría con cualquier ánimo para conmemorar al maestro y aunque hubieron profesores que llegaron al Diego Rivera aquella mañana, ya nada era lo mismo, todo debieron volver a su domicilio, viendo como se alejaba esa conmemoración.
Ese día del maestro que se perdió irremediablemente se fue llevando el prestigio social del docente. El profesor como institución social respetada no volvería. Con las inmorales denuncias hechas por algunos docentes contra sus propios colegas que iban a sufrir la violencia de los aparatos represivos se daría la primera estocada mortal. Después esto se agudizaría con el asesinato de la escuela normal, la mercantilización del sistema educativo donde la obtención del titulo al mejor postor en varias casas de supuesto estudio, sumado a la arremetida de las nuevas tecnologías y la fragmentación del núcleo familiar haría irremediable la vuelta atrás. Pero no todo esta perdido, la mirada del niño que despierta en sus ilusiones siguiendo la voz del maestro iluminado aun nos hace creer en mejores tiempos.