Hoy tuvimos el agrado de presenciar en el teatro Diego Rivera de Puerto Montt un espectáculo de primer nivel, Wax Taylor que llego a estas latitudes donde el hielo milenario dibuja en la geografía para demostrar la vigencia del hip hop que no tiene limites y fronteras. Wax Taylor es el alias del músico y productor frances JC Le Saoût y del grupo que forma con la cantante Charlotte Savary, la flautista Marine Thibault y la violoncellista Marina Quaisse. Su discográfica comprende los EPs Lost the way y Que será / Where’s my heart’s at ( del 2004) y los álbumes Tales of the forgotten melodies (2005) y Hope & sorrow (2007)
De la propuesta exhibida por el grupo se puede decir que se alimenta de la raíz del hip hop, el jazz, el rap, soul, con un aire inundado por el funky de los 70. Además el trip hop y la música electrónica que aunque tributan al sonido de banda como Portishead remarcan su identidad con una raíz clásica como la flauta y el violoncello que nos lleva a un viaje profundo, donde la atmósfera del cine negro y de terror, es una invitación a los sentidos para jugar con la memoria colectiva, con imágenes documentales que parecen no tener sentido donde el recuerdo se hace frágil y Todo sale de su contexto original para tener una nueva forma, un nuevo significado, aquel donde la fragilidad se hace parte en la humanidad.
La propuesta visual atrapa al espectador, dan ganas de bailar, perderse, como un alto, un respiro en la agitada vida diaria. Was Taylor fue eso, la señal de las posibilidades que se abren al hip hop y a la música electrónica, tomando otras sonoridades, que van hacer la banda sonora del mañana.
Eso lo entendió el público que asistió a este espectáculo, diciendo si ahí espacio para otra propuesta en esta ciudad que penetra en la modernidad.