Cuando la monja Paulina Von Mallinckrodt llego el 5 de diciembre de
En 1871 el canciller Von Bismark emprende una lucha contra la autoridades de la iglesia católica a través del kulturkampf, que eran un conjunto de leyes dictadas por el ministro prusiano de culto y que tenían como objetivo potenciar la influencia del estado sobre la iglesia. La dura lucha que emprende contra esta medida esta monja es por medio de su hermano el diputado Hermann Von Mallinckrodt que critica en el parlamento la “ disposiciones dictatoriales de la revolución cultural de Prusia” y por cartas dirigidas incluso al emperador Guillermo I donde defiende la legalidad de su institución por el derecho de corporación que el rey Federico Guillermo I le concedió a su congregación y que todas las religiosas rindieron el examen estatal requerido ya que fueron expulsada del ejercicio del magisterio, esto llevo a la madre Paulina a buscar otros horizontes fuera de su tierra.
En 1876 después que el Papa Pio IX le concediera una audiencia en Roma Italia, conoció al embajador chileno en Colonia encontrando nuevos campo de acción para su institución en Chile. Después de solicitar a la congregatio episcopum et regularium, que es la autoridad competente para las misiones de Sudamérica, pide permiso para fundar una Provincia Sudamericana y abrir un noviciado en Ancud, lo que se hace realidad en 1874. El 4 de diciembre de ese año llegaron dos religiosas de la inmaculada Concepción a Puerto Montt. El 2 de enero de 1875 llegan un grupos de monjas que establecen la congregación, fundando un asilo de huérfano ( Casa San José, un colegio ( inmaculada concepción ) y atender a los enfermos en el primer hospital en la ciudad.
El 4 de octubre de 1879 después de ser elegida superiora general de su orden religiosa emprende un viaje hacia América desde el puerto de Burdeos, Francia, en el vapor “ Potosí” para conocer la realidad de su congregación en esas lejanas tierras, la acompañan
Paulina Von Mallinckrodt así describe en una carta la situación de su congregación en la ciudad:
“ En Puerto Montt, las hermanas atienden un hospital, una escuela para niñas y un gran orfanato. Además, las hermanas trabajan en agricultura, pues tienen treinta animales vacunos entre bueyes, vacas y terneros; catorce ovejas; gallinas, patos, gansos, palomas; dos caballos, un perro, siete gatos y una colmena de abejas…”.
En las cuatro semanas que estuvo en nuestra ciudad le toco la navidad que lo describe alegremente a sus parientes de Boddeken:
“EL pesebre con el niño Jesús está en medio de las más hermosas flores, y el altar luce, igualmente, el más espléndido adorno floral. Hermosos se ven los huertos y mesas de los comedores, con zanahorias, arvejas, papas nuevas, frutillas, cerezas y grosellas…”.
Al partir en un vapor que lo dejaría en Valparaíso, quedo un grato recuerdo de su visita. Poco después producto de una fuerte pulmonía fallecería el 30 de abril de 1881 esta soñadora de su fe.